julio 27, 2024

Los estereotipos sociales

Siguen influyendo en la anorexia

“La sociedad ha vinculado el cuerpo delgado con el éxito y la aceptación, lo que sigue influyendo en personas de todas las edades, especialmente en adolescentes, al momento de iniciar una dieta”.

Javiera (su nombre fue modificado) tiene 28 años y vive  en Magallanes. Hace algunas semanas alteró la rutina que llevaba adelante, porque debió internarse con motivo de la anorexia que presenta desde los 14 años.

En aquel tiempo, decidió iniciar una dieta bajo supervisión profesional, porque no se sentía conforme con su físico. Sin embargo, el plan fue demasiado estricto y ella lo cumplió al pie de la letra, tanto así, que pese a recibir el alta, lo continuó, manteniendo una baja de peso extremo.

“Yo soy una persona muy disciplinada, y cumplí la dieta tal como me indicó la nutricionista, y mientras bajaba de peso me motivaba a seguir porque sentí que era algo que estaba haciendo bien, lo estaba cumpliendo como se me decía, estaba teniendo el control, estaba teniendo resultados y eso me hacía sentir bien”, recuerda Javiera, reconociendo que no tenía un sobrepeso importante en la adolescencia, que nunca antes había realizado una dieta, pero sí le importaba mucho la opinión de las personas, y en función de eso decidió modifica su alimentación para estar más delgada, y cumplir con los cánones de belleza que mal se han impuesto en la sociedad.

La joven reconoce que durante estos años ha vivido un proceso difícil, “que ha involucrado todos los aspectos de mi vida, porque en todo tiene consecuencias; en la vida familiar, en la vida social, con amigos, todo se contamina con esta enfermedad, y hay que dar una lucha muy larga para volver a estar bien”, afirma.

Con su experiencia, Javiera llama a “tener cuidado cuando se inicia una dieta, incluso si es controlada por un especialista, y que los papás estén alerta, que mantengan una buena comunicación con sus hijos, eso es vital”, asegura.

En este mismo sentido, reflexiona y manifiesta que “como sociedad debemos analizarnos, y detener la exigencia que se impone respecto al físico, la utilización de tantos estereotipos, los comentarios que se hacen para juzgar el aspecto físico de las personas no corresponden, no deben ocurrir. A veces no se hacen con mala intención, pero uno no sabe las consecuencias que puede generar en la otra persona, entonces no hay que hacerlos”, enfatiza, porque si alguien es más vulnerable o inseguro “lo puede llevar a tomar decisiones incorrectas, que le hagan daño. Uno debe amarse y aceptarse como es, no seguir estereotipos o hacer caso a comentarios; a veces cuesta, pero debemos aceptarnos porque no está mal ser diferente o no ser como los estereotipos”, subrayó Javiera.

Ayuda especializada

Patricia Vera, nutricionista y magíster en Trastornos de Alimentación, de la clínica Amancay, explica que la anorexia “es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste fundamentalmente en que la persona deja de comer, en general la sociedad lo tilda como una enfermedad más física, porque es lo más evidente después de un tiempo, pero trae consigo otros problemas”, afirmó, resaltando que de base siempre hay una enfermedad psicológica o psiquiátrica  que se manifiesta “con una obsesión por el peso y la imagen corporal, que además se observa de manera distorsionada por parte del paciente, lo que complejiza el cuadro”, detalló la especialista.

Según estudios internacionales, este tipo de enfermedad afecta en mayor medida a las adolescentes y a las mujeres jóvenes, pero la nutricionista advierte que en Punta Arenas existen casos de adolescentes varones que presentan anorexia, por lo que llama a no quedarse en el prototipo tradicional de pacientes con esta patología, porque es más transversal de lo que se puede creer.

Causas

Patricia asegura que no hay un motivo específico que produzca anorexia, de hecho es definida como una enfermedad de salud mental compleja y multicausal. Lo que existe son más bien factores que influyen en su aparición, actualmente muy vinculados a tendencias o presiones sociales que promueven figuras corporales muy delgadas o atléticas, vinculando este estereotipo físico con el éxito, la aceptación y la belleza, lo que influye como factor gatillante a la hora de pretender bajar de peso.

“En menores de edad puede estar precedida de problemas familiares, como la separación de los padres, alguna ruptura de índole emocional, pero en general, en niños, niñas y adolescentes, el interés de cumplir con el estereotipo social es un factor altamente influyente en la anorexia”, manifestó la nutricionista de la clínica Amancay.

Agregó que “en algunas oportunidades el origen de esta enfermedad se vincula con poder tener el control sobre las decisiones, dado que no se pueden manejar otros aspectos de la vida, se ejerce ese control en la ingesta de comida y en la imagen corporal que se busca alcanzar”, planteó la especialista.

Cómo afecta

Algunas de las consecuencias que se presentan al restringir extremadamente el consumo de alimentos, es el deterioro de la salud física, que se va acrecentando con el paso del tiempo, “porque el cuerpo no está recibiendo los nutrientes que necesita para efectuar sus funciones, y como el organismo es tan inteligente, se va adaptando, pero poco a poco se deteriora y va haciendo que se presenten también consecuencias de carácter emocionales”, advirtió Patricia.

Por ejemplo, las funciones instantáneas se ven ralentizadas, existe más irritabilidad, se siente más sueño, pueden bajar las defensas, y después se pasa a una etapa donde se pierde musculatura, y se puede llegar al daño cardiaco, pudiendo colapsar.

En tanto, cuando la enfermedad está más avanzada, el cuerpo busca formas de contrarrestar la falta de energía, y por ejemplo la mujer deja de presentar su periodo menstrual porque significa un gasto energético que el cuerpo no puede asumir; en general se siente más frío y comienza a salir en la piel un pelillo laguno como protección, entre otros aspectos que van haciendo más evidente el deterioro. “Cada caso es diferente, pero estos aspectos en general se repiten, y lo ideal es que los padres puedan detectar lo antes posible una conducta diferente respecto a la comida por parte de los hijos, así como si baja de peso y no está siendo controlado por un especialista”, recomendó la profesional.

Prevención y recomendaciones

La detección precoz en fundamental para evitar deterioros graves en los pacientes, por ello la primera recomendación está dirigida a los padres, para que consulten a un médico cuando su hijo cambia de conducta; no se sienta a la mesa a comer, tarda mucho en terminar su porción, distribuye la comida en el plato, se fija en los componentes nutricionales de manera estricta y comienza a utilizar ropa holgada, por mencionar algunas.

El mismo llamado es hacia los profesores o cuidadores, quienes comparten con frecuencia con los niños, niñas y adolescentes, y pueden identificar situaciones anormales.

Patricia recalca que el trabajo que se debe realizar frente a la anorexia se extiende en el tiempo, y que muchas veces hay recaídas, pero enfatiza que “yo creo en mis pacientes, les creo lo que me dicen, y trato de tocar esa razón que está dentro de ellos, y me dicen cosas dentro de la consulta que me permite saber realmente cómo están, qué están haciendo, y desde ahí se pueden obtener mejoras”, afirmó.

Además, reconoce que para las familias el proceso también es difícil porque no siempre poseen las herramientas adecuadas para afrontar y contribuir al tratamiento, por ello “lo ideal es que busquen una red de apoyo, tratarse con psicólogos o psiquiatras porque es un proceso duro y caen en la desesperación, pero se puede, es un proceso lento, se dice que en promedio tarda cinco años para poder tener el alta total, entonces muchas personas se agotan en el camino, pero con ayuda se puede lograr”, destacó la nutricionista de clínica Amancay.

 

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