Los cambios producidos con el pasar de los años en el organismo ocasionan que muchas personas no lleguen a una edad adulta o vejez saludable, generando dependencia de terceros para poder realizar las actividades básicas de la vida diaria; como vestirse, lavarse, alimentarse, comunicarse y trasladarse. Pasando los 40 años, nuestro cuerpo comienza a experimentar cambios fisiológicos por culpa de los malos hábitos de vida, generando enfermedades silenciosas que presentan síntomas con el tiempo, dejando consecuencias graves para nuestro organismo. Estas patologías frecuentes son conocidas como hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemia y arritmias cardiacas, que al no tratarse de manera farmacológica y constante, pueden llegar a producir otras enfermedades graves provocando discapacidad.
En Chile, la principal causa de discapacidad en adultos y personas mayores son los Accidentes Cerebro Vascular (ACV), que constituyen la primera causa de hospitalización y la segunda causa de muerte en mayores de 65 años. Los términos como “infarto cerebral”, “trombosis cerebral”, “ataque cerebral” son sinónimos que significan una interrupción del suministro de sangre al cerebro, dando como consecuencia una disminución de oxígeno y nutrientes al mismo provocando la muerte celular.
¿Cómo reconocer si se está presentando un accidente cerebro vascular?
Los síntomas neurológicos son de inicio brusco, los más frecuentes son: pérdida de fuerza o sensibilidad de la mitad del cuerpo (cara, brazo, pierna), alteración del lenguaje, pérdida de equilibrio, dolor intenso de cabeza, visión borrosa y mareos. Al presentarse estos síntomas, es importante acudir inmediatamente a un servicio de urgencia o centro asistencial, para ser evaluado por un especialista quien realizará el diagnóstico y comenzará el tratamiento. Mientras más rápido sea tratado en un intervalo de cuatro a cinco horas, se puede reducir el daño cerebral y la posibilidad de complicaciones, a esto se le llama “ventana terapéutica”. Durante las primeras 24 horas se debe iniciar un proceso de rehabilitación, que debe durar todo el periodo de hospitalización, y posteriormente de manera ambulatoria durante los seis meses siguientes con un equipo multidisciplinario, quienes ayudarán a reducir los síntomas presentados y favorecer el reintegro a las actividades cotidianas.
Un Accidente Cerebro Vascular es la consecuencia del descuido que le hemos dado a nuestro propio cuerpo, que si bien es grave, es prevenible con pequeños cambios en nuestra rutina diaria. Informarse sobre los factores de riesgo, seguir las recomendaciones del equipo profesional y adoptar un estilo de vida saludable son la mejor medida que se puede tomar para evitar esta enfermedad. Se recomienda disminuir los índices de sedentarismo, efectuar un control periódico de factores de riesgo (presión arterial, glicemia, tratamiento anticoagulante), mejorar la alimentación con una dieta balanceada para disminuir el sobrepeso u obesidad, además de evitar el consumo de alcohol, tabaco y drogas.
POR: Cristian Núñez Bolívar
Kinesiólogo