Luego de un año desde que a nuestro país arribó este virus mortal, nos encontramos en proceso de adaptación a él. Sin duda, los más pequeños del hogar se han visto afectados en una gran medida por estos cambios obligados, un confinamiento que provocó efectos a nivel emocional y físico, a través del aumento de sus horas de sedentarismo, y de descontrol en los horarios de comida y vigilia-sueño. Hoy, y después de todo este tiempo, nos vemos retornando a nuestras actividades de una forma distinta. Los niños contentos y muy optimistas comienzan su año escolar, nuevamente sufriendo cambios, pero nada que nuestros “grandes pequeños” no puedan cumplir. Ellos nos dan el ejemplo con su nivel de conciencia y adaptación.
En este actual escenario de pandemia, debemos reforzar el consumo de colaciones saludables, y sobre todo el cuidado en la manipulación de ella durante la jornada escolar para evitar el contagio por Covid-19. A pesar de que ningún suplemento dietético o alimento puede evitar que nos enfermemos, y menos curar el virus, sí una alimentación saludable reforzaría nuestro sistema inmune y permitiría defendernos ante enfermedades, además de evitar problemas de salud como la obesidad, patologías al corazón, insulinoresistencia, diabetes, cáncer, entre muchas otras. Por esto, hoy la recomendación se basa en seguir promoviendo el equilibrio nutricional.
Enseñemos a nuestros escolares a consumir alimentos variados, incluidas frutas y verduras; reducir el consumo de sal; preferir cantidades moderadas de grasas y aceites; limitar el consumo de azúcar; y mantener una buena hidratación bebiendo suficiente agua. Por otra parte inculcar una manipulación y consumo de alimentos que prevenga el contagio, algunas de estas medidas son: lavarse las manos antes y después del consumo de la colación, retirar la mascarilla al instante de comer, no mucho antes y volver a ponérsela inmediatamente después, mantener un distanciamiento físico con los demás niños en el momento de la alimentación, otra sugerencia que debemos reforzar y que es muy difícil para ellos, es el no compartir, es decir, que las colaciones deben ser personales y en una porción adecuada. Prefiera envolverla en recipientes desechables y amigables con el ambiente, la idea es evitar que aquellos objetos sean vehículo de contaminación, y en el caso que no se pueda, por ejemplo, algún cubierto que se haya utilizado, recordar que debe volver a casa en una bolsita cerrada.
Juntos haremos que retornar sea un paso definitivo y sin retrocesos.
Por Patricia Vera V.
Nutricionista , Máster en Intervención Multidisciplinar para
Trastornos de la Conducta Alimentaria y Trastornos de la Personalidad.
