• Gonzalo Moscoso, Kinesiólogo Especialista DENAKE en Kinesiología Respiratoria y docente de la carrera de Kinesiología de la Universidad Católica, da a conocer a los padres qué considerar para el cuidado de los niños tras el virus sincicial.
Lo primero es seguir las indicaciones entregadas por el personal de salud. Luego, en casa, la adecuada hidratación, el control de temperatura y manejo de fiebre en caso necesario, además del tratamiento médico indicado. “Es taxativo una adecuada técnica inhalatoria, con el niño en posición vertical (sentado), siempre con aerocámara, batiendo adecuadamente el medicamento antes de ejecutar el puff, contar 10 respiraciones y esperar un minuto antes de ejecutar el segundo puff, repitiendo el procedimiento. También realizar un prudente aislamiento, evitando visitas o aglomeraciones”, explicó Moscoso.
Es importante tener en cuenta que, el kinesiólogo respiratorio es el profesional capaz de pesquisar problemas funcionales derivados del diagnóstico médico, solucionándolos por medio de técnicas kinésicas respiratorias, terapia ventilatoria, inhaloterapia y más a largo plazo rehabilitación respiratoria de ser necesario, recalcó, El Jefe de Programa del diplomado en Kinesiología respiratoria pediátrica
Tras el alta los padres deben tener en cuenta lo siguiente:
Que puedan proveerle al kinesiólogo una adecuada información del cuadro clínico, idealmente con radiografía de tórax y exámenes complementarios.
La consulta oportuna debe ser piedra angular, es importante que todo el personal de salud, sobre todo aquellos que tienen manejo respiratorio y/o pediátrico, fomenten la educación constante en las familias de la población de riesgo, ya que, aumentando el conocimiento, pueden evitar el asistir a un servicio de urgencia innecesariamente, por ser un foco de posibles contagios.
Dentro de estas consideraciones, se encuentra una alta frecuencia respiratoria del niño, estando en reposo cuando es mayor a sesenta por minuto, ya que podemos estar frente a una situación de cuidado.
La mecánica respiratoria, también es un componente importante para mantener alerta a los padres, ya que puede indicar mucho esfuerzo respiratorio, que genera un gran gasto de energía y mala ventilación.
Habitualmente comienza con retracciones subcostales (en el abdomen), luego entre las costillas y, como signo de gravedad, sobre las clavículas y el aleteo nasal. Un signo casi inequívoco de que un niño pudiese necesitar el apoyo de oxígeno, como es la cianosis (coloración azul).
Al momento de que aparece en los labios, es necesario una evaluación profesional. Otros signos de importancia son el rechazo alimentario que se produce en el niño, temperatura sobre 37,5°C y la dificultad para conciliar el sueño, por aumento de la tos.
La importancia de continuar con la lactancia, según régimen habitual, ya que es un factor protector. Finalmente, evitar la automedicación, particularmente con el uso de antitusivos y antibióticos.
Es uno de los mayores brotes de VRS que se ha visto y se debe a que es el primer contagio que afecta a los niños “es el primer contagio que afecta a los niños que por tiempo de pandemia y con todos los aislamientos, no hubo circulación de virus sincicial, lo que les generó menor de cantidad de anticuerpos para responder de buena forma a esta infección. Asimismo, el espectro etario es mucho mayor, ya que se ha extendido a niños más grandes hasta 6 años”, concluyó, Gonzalo Moscoso.