El accidente cerebrovascular constituye la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en el país. En octubre pasado conmemoramos el mes del accidente cerebrovascular, por lo que es un buen momento para recordar algunas cuestiones fundamentales.
Existen dos formas principales de Accidente Vascular: el isquémico y el hemorrágico. En el primero se produce un infarto cerebral (muerte de una parte del cerebro) al taparse un vaso sanguíneo, generalmente una arteria, y en el segundo se registra una hemorragia al romperse la pared de un vaso dentro del cerebro o alrededor de este. En ambos casos puede ocasionar la muerte o dejar secuelas, dependiendo del tamaño de la lesión, la ubicación, edad del paciente y enfermedades previas.
¿Cómo podemos actuar? Primero que todo debemos prevenir un Accidente Cerebrovascular, si lo tenemos, tratarlo y finalmente si sobrevivimos realizar la rehabilitación.
Respecto a la promoción de salud debemos insistir en lo que conocemos como vida saludable desde la niñez: realizar ejercicios, comer sano, dormir bien, no fumar y mantener un peso saludable, si a pesar de todo esto o por no practicarlo, adquirimos una patología que es un factor de riesgo para un accidente vascular, debemos tratarla, es el caso de la Hipertensión Arterial, Diabetes Mellitus, Tabaquismo crónico y Dislipidemia, para disminuir el riesgo de Accidente Cerebro Vascular.
Si presentamos un Accidente Vascular debemos consultar lo antes posible para realizar el tratamiento desde la urgencia, en sala o en unidad de paciente crítico, que incluye el manejo de enfermería, fármacos incluida la trombólisis cuando corresponda en infartos con menos de 4,5 horas y sin contraindicación para usarla. Este procedimiento está destinado a disolver un trombo que tapa una arteria y así permitir la circulación y evitar o disminuir el tamaño del infarto cerebral.
La rehabilitación se realiza desde la etapa aguda con el paciente hospitalizado y posteriormente se continua en forma ambulatoria y consta de Kinesioterapia, Terapia Ocupacional, Fonoaudiología, además de la atención psicológica y apoyo nutricional.
El desarrollo del programa Cerebrovascular en el Hospital Clínico Magallanes ha significado un gran aporte a la comunidad, lleva más de una década dedicado a la atención de muchas personas, disminuyendo el riesgo de muerte y secuelas.
Si usted, un familiar o un conocido presenta en forma súbita síntomas focales neurológicos, como hablar con dificultad, pierde la fuerza o sensibilidad de un lado del cuerpo, disminuye la visión o el equilibrio, podría tratarse de un accidente cerebrovascular y debe consultar lo más precozmente ya que es una patología tiempo dependiente, y mientras antes se diagnostica, el pronóstico es mejor. Si se trata de un infarto cerebral y lleva menos de 4,5 horas y no hay contraindicación, se podría realizar una trombólisis.
Luego de sufrir un accidente vascular deben continuar los controles y realizar estudios destinados a evitar que se vuelva a producir o disminuir los riesgos de un nuevo episodio.
Cuidarse no cuesta tanto y podemos evitar grandes problemas. Otra razón para tener una vida saludable.
Por dr. Ramiro Fernández C.
Neurólogo
Jefe Neurología del Hospital Clínico Magallanes y docente de la carrera medicina de la UMAG