La tenosinovitis de Quervain consiste en la inflamación del revestimiento de las vainas tendinosas que rodean los tendones abductor largo y extensor corto del pulgar de la mano, estos tendones se ven afectados por el engrosamiento y la inflamación de las vainas tendinosas que los recubren, en una etapa más avanzada o crónica de la enfermedad los tendones pueden bloquearse por completo no consiguiendo realizar sus funciones, por lo que el movimiento del pulgar y la muñeca se ven restringidos.
Es de origen mecánico por la irritación de las vainas tendinosas debido a su fricción dentro del canal osteofibroso, existiendo dos mecanismos, uno estático, por el empleo continuo de pinzas de fuerza entre el índice y el pulgar y otro dinámico, por la reiterada movilidad de la articulación del pulgar y la muñeca, existiendo numerosas ocupaciones en las que se dan conjuntamente ambos mecanismos, siendo las actividades que requieren movimiento del pulgar asociadas a desviaciones cubitales de la muñeca de manera frecuente. Los síntomas suelen aparecer alrededor de la cuarta a quinta década de la vida, teniendo la influencia de los diferentes factores de riesgo: edad, sexo, variantes anatómicas, trauma agudo, embarazo y lactancia, siendo algunos ejemplos más comunes: cargar a un bebe prolongadamente o el uso excesivo del celular, entre otros.
El dolor normalmente aparece al inicio de una actividad, tras el movimiento suele desaparecer para aparecer de nuevo cuando la actividad termina y el tendón se enfría. El dolor es un síntoma progresivo, especialmente si la actividad continúa en el tiempo sin tratamiento alguno. Es necesario que el paciente describa el dolor de la mejor manera posible: su localización, frecuencia, intensidad, duración, el tipo de sensación y la posible irradiación hacia el antebrazo. Además, el paciente debe reconocer los factores que lo agravan, que lo alivian, así como los signos o síntomas asociados.
El tratamiento conservador en muchas ocasiones permite lograr un estado de bienestar lo suficientemente aceptable para evitar o retrasar tratamientos invasivos como lo es la cirugía, todo esto dependiendo de la gravedad de los síntomas del paciente. El abordaje conservador consiste inicialmente en la indicación de analgésicos y antiinflamatorios, acompañada del uso de férula para reducir al mínimo el movimiento de la muñeca y del pulgar, por lo cual la kinesioterapia cumple un rol de vital importancia ya que cuenta para ello el uso de distintas estrategias y técnicas terapéuticas de que centran su acción en mitigar el dolor y de esta manera contribuir a restaurar y rehabilitar las deficiencias musculo esqueléticas presentes tras la tenosinovitis.
Se debe tener en cuenta la importancia de una correcta valoración clínica (anamnesis y exploración física), las características que cada paciente presenta y los conocimientos adecuados sobre la tenosinovitis para así llevar a cabo un adecuado abordaje kinésico y evitar secuelas como la inmovilidad total de la articulación de la mano. Los tratamientos fisioterapéuticos han ganado popularidad y credibilidad, demostrando ser de gran utilidad en la resolución de los síntomas, ayudando a recobrar un nivel funcional para la realización adecuada de las actividades de la vida diaria.
Cristian Núñez Bolívar
Kinesiólogo