Una de las principales problemáticas que existe hoy en día para poder tener un acceso integro a la salud, tiene que ver con el estigma asociado al ámbito de la salud mental, y la cual se configura como un rechazo activo a ello. Claramente los profesionales del área hemos contribuido a que esto se configure de esta manera, además de un sistema que por años no ha invertido sus recursos de forma efectiva y equitativa. Pero pregunto, ¿es correcto que hablemos de distintos tipos de salud? Nos empeñamos en dividir la salud física de la mental, e incluso, la sociedad funciona separando, comparando, y validando una por sobre otra. Pero seamos claros, acaso una persona feliz, y satisfecha, ¿no está más dispuesta a recibir cualquier tipo de tratamiento para la enfermedad que sea? O, por otra parte, alguien que mantiene una alimentación saludable, y que hace ejercicio, ¿no es más propenso a sentirse satisfecho consigo mismo, y con una sensación de logro? Como estas hay muchas combinaciones, que lo único que muestran es que, da lo mismo el punto de partida, o el que busquemos que es más importante o primero, la salud es una, y debe ser cuidada de forma íntegra.
Hay que entender que para nuestro organismo son irrelevantes nuestras creencias asociadas a esto, él solo busca sentirse bien, por lo que tenemos que dar un primer paso hacia ello. Para esto, es importante considerar que ir con un terapeuta, un psicólogo, o cualquier profesional del área de salud mental, no es distinto que ir a un médico general, al cual no voy solo porque este mal, o necesite algún tipo de ayuda, sino que el simple hecho de saber que a nivel mental y físico estoy estable y siendo funcional, va a favorecer que pueda desempeñarme de la mejor forma en los distintos ámbitos de mi vida, y más importante aún, no solo para “estar bien”, sino para estar mucho mejor que eso, para ser mi versión ideal, tanto conmigo, como con mi entorno.
Finalmente hay que considerar algo de gran importancia, estar saludable es algo que deberíamos convertir en un hábito, y con ello me refiero a estar satisfechos con nuestras vidas, y sentir que tenemos una noción de bienestar. Esto se puede conseguir de muchas formas, pero es importante partir por algo sencillo, y para ello quiero proponerte, por una semana, y solo una, intenta lo siguiente… Come de manera saludable, duerme al menos 8 horas, sal a caminar aunque sea 10 minutos con alguna música que te encante, o acompañado de alguien que te converse de cualquier tema que no sea algo como el trabajo, y finalmente, mírate todos los días al espejo en la mañana y piensa de forma fuerte, “¡HOY SERÁ UN GRAN DIA!”.
POR: David Fuenzalida Cárdenas
Psicólogo
Especialista en Psicoterapia
Breve Centrada en Soluciones