El nivel de cumplimiento de las medidas de autocuidado por parte de la comunidad, incluyendo a las empresas, es fundamental para mantener los contagios en cifras bajas”.
El martes 17 de marzo recién pasado, las autoridades de la región informaron a la comunidad que se había confirmado el primer contagio de coronavirus en Magallanes.
Lamentablemente el golpe fue duro, en especial para la comuna de Punta Arenas, que comenzó a aumentar exponencialmente los casos COVID-19 positivos, llevando a la autoridad sanitaria a decretar cuarentena obligatoria para la capital regional desde el 1 de abril, y que debió ser renovada hasta completar cinco semanas de confinamiento obligatorio para la comunidad.
Posterior a ese periodo, los contagios fueron disminuyendo, anotando una nueva alza en junio, básicamente por la irresponsabilidad de algunas empresas que no cumplieron con los protocolos mínimos de distanciamiento de los trabajadores para funcionar. A fines de junio, se contabilizan 1.440 casos confirmados acumulados, según el reporte del Ministerio de Salud.
Conductas de la población
La seremi de Salud, Mariela Rojas, explicó que con el paso del tiempo, se han identificado dos tipos de comportamiento en general. “Un grupo de la comunidad que desde el comienzo adoptó las medidas de autocuidado entregadas por las autoridades de salud, o que lamentablemente tuvo que enfrentar el coronavirus como paciente o porque afectó a algún familiar, lo que los hizo estar muy conscientes de esta enfermedad. Además del personal de salud que ha tenido que redoblar esfuerzos para enfrentar esta pandemia, con un incremento de sus labores. Este grupo de la comunidad ha vivido en carne propia los efectos del COVID y ha internalizado la importancia de la prevención y los efectos de esta enfermedad”, detalló.
En tanto, hay otro grupo que “pareciera que cree que el coronavirus no los va a afectar, y siguen desarrollando sus actividades como si se tratara de un año normal, cuando no lo es. Y es así como se siguen reuniendo en actividades sociales, no cumpliendo con el distanciamiento social y las otras medidas de prevención, lo que aumenta el riesgo de contagios para ellos, sus familias y toda la comunidad. Porque aquí el comportamiento de una sola persona pueda afectar al resto, de ahí el llamado a la responsabilidad social”, enfatizó la autoridad.
Rojas afirmó que como parte de las investigaciones epidemiológicas y seguimiento de contactos que se realizan para cada caso positivo de COVID-19, se ha constatado que muchos casos se han originado por el no cumplimiento del distanciamiento social y la realización de reuniones familiares, como cumpleaños, o encuentros sociales entre amigos en domicilios.
Lo anterior, pese que se ha insistido respecto a que las familias privilegien las plataformas tecnológicas como el teléfono o videollamadas para saludar y saber el estado de seres queridos y amigos, porque al reunirse aumentan el riesgo de contagios. Además, se debe considerar que existen los casos asintomáticos, por lo tanto, una persona puede ser COVID-19 positivo sin saberlo, y al visitar a un tercero, puede contagiarlo y generar graves consecuencias en su salud.
Obligatoriedad y control
La seremi Mariela Rojas, subrayó que además de los llamados al autocuidado incorporando medidas preventivas en el día a día, “se han intensificado las fiscalizaciones a lugares de trabajo y locales comerciales, para verificar que se hayan implementado protocolos de prevención y adaptado sus procesos para prevenir el coronavirus”, acciones que se mantendrán.
Respecto a los brotes que se han presentado en algunas empresas, “se ha realizado una ardua labor para de la manera más rápida posible identificar a los contactos estrechos, y así establecer las cuarentenas correspondientes”, afirmó la autoridad de Salud. Las personas que no podían realizar su aislamiento en domicilio, han sido trasladadas a residencias sanitarias especialmente dispuestas para este fin en las cuatro provincias regionales.
Respecto a las determinaciones de carácter general para prevenir la propagación del virus, la seremi Rojas explicó que “contamos con mecanismos de control que nos ayudan a contener de alguna forma esta pandemia, como son las medidas propias del Estado Excepción y la instalación de aduanas y cordones sanitarios para el control de pasajeros que llegan a la región o que se trasladan al interior de ésta”, resaltó.
Añadió que la red asistencial regional posee un mayor equipamiento para hacer frente a las atenciones de los pacientes COVID-19. Además, se cuenta con una mayor resolución local de exámenes, acortando el tiempo de espera que se producía al inicio de la pandemia. “Este tiempo valioso, que hemos ganado al contar con mayor resolución local, ha sido muy bien aprovechado por los equipos de la Seremi que tienen como función llamar y contactar a los casos positivos de COVID-19 y sus contactos estrechos, para delimitar la propagación del coronavirus a la comunidad”, destacó la autoridad Mariela Rojas.
Recomendaciones permanentes
Han transcurrido casi cuatro meses desde que el Coronavirus llegó a Magallanes, y las medidas preventivas siguen siendo las mismas desde el primer día, y pese a que son simples, la diferencia está en cumplirlas rigurosamente.
“Es así como son fundamentales el lavado de manos con agua y jabón, por al menos 30 segundos, lo que se puede complementar con alcohol gel. Cada vez que salgamos, al llegar a un lugar o retornar a nuestros hogares, tenemos que lavarnos las manos a conciencia. De igual forma salir lo menos posible y utilizar mascarillas”, reiteró la seremi de Salud, Mariela Rojas.
“Lo que tenemos que entender es que mientras no exista una vacuna, tendremos que mantener las medidas de autocuidado, lo que se puede extender por lo que queda del año y más. Y una disminución momentánea de casos no significa que podamos relajarnos en los cuidados, todo lo contario, porque cualquier descuido puede ocasionar algún brote que genere un aumento de casos y un incremento de uso de camas críticas”, puntualizó la autoridad.