octubre 31, 2024

Medicamentos para la tos: diferencias e indicaciones 

La llegada de la temporada invernal suele coincidir con un alza en la incidencia de enfermedades respiratorias agudas, caracterizadas por síntomas de variable intensidad, como fiebre, congestión nasal y tos. En relación a este último síntoma sabemos que existe una variedad de medicamentos para tratarla, pero pese a tener un objetivo común no todos trabajan de la misma forma, siendo importante reconocer el tipo de tos que nos afecta para optimizar el uso de medicamentos en el alivio sintomático de la gripe o el resfrío.

La denominada tos seca (Improductiva) es provocada por estímulos que irritan la vía respiratoria, como agentes infecciosos, contaminantes y alérgenos, entre otros. En este caso, además de las medidas no farmacológicas como una adecuada hidratación, se considera más favorable la administración de medicamentos antitusivos que generan acciones sobre el centro tusígeno, siendo capaces de relajar la musculatura bronquial o producir acciones antihistamínicas. En este grupo resaltan fármacos como la Oxolamina y la Levodropropizina por ser más seguros que otros representantes al carecer de efectos adversos de gravedad.

Por otro lado, la tos con flema (Productiva) deriva de un aumento en la síntesis de moco para proteger las vías respiratorias frente a procesos inflamatorios. En este caso, la tos tiene por objetivo expulsar el exceso de flema, por lo que no se recomienda suprimirla con antitusivos. En su lugar se favorece el uso de Mucolíticos o Expectorantes, para reducir la viscosidad de la mucosidad y promover los procesos mecánicos de eliminación del moco, respectivamente. En este grupo destacan fármacos como la Bromhexina o el Ambroxol, aunque de igual modo existen productos naturales como la Hedera hélix, la que contiene activos que pueden cumplir con ambas funciones.

Como en el contexto de las patologías respiratorias agudas en muchos casos se observa que la tos seca y la tos productiva se intercalan entre sí, será importante ajustar la farmacoterapia de acuerdo a la condición descrita. De igual manera, se debe considerar que muchos productos compuestos para el tratamiento de la gripe o el resfrío poseen antitusivos o antihistamínicos en su composición, por lo que es prudente vigilar posibles interacciones. Cabe destacar que en estas enfermedades la tos podría persistir incluso hasta por tres semanas en el adulto, pero será motivo de consulta médica si esta se extiende por más tiempo, causase excesiva dificultad respiratoria o dolor torácico, vómitos o complicaciones para alimentarse, así como ante presencia de sangre en la expectoración.

Por Luis González Burgos
Químico Farmacéutico, Ms. Tox.
Escuela de Medicina Universidad de Magallanes

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