Cuando hablamos de un metabolismo rápido o lento normalmente asociamos la velocidad de nuestro tránsito intestinal, sin embargo, este concepto no se refiere precisamente a con qué frecuencia vamos al baño. En realidad, cuando hablamos de metabolismo nos referimos a la cantidad de calorías que oxida o “quema” nuestro cuerpo a lo largo del día. Una persona con un metabolismo rápido usará más energía para realizar las mismas tareas que alguien con un metabolismo lento. Pero ¿realmente varía tanto la velocidad del metabolismo entre diferentes personas?
Factores que determinan la velocidad del metabolismo
Incluso cuando estamos en reposo, nuestro cuerpo necesita energía para realizar funciones esenciales como respirar, bombear sangre, regular hormonas, reproducir y reparar células. La cantidad de calorías que el cuerpo utiliza en reposo para estas funciones se denomina tasa metabólica basal o metabolismo basal. Esta tasa depende de varios factores, entre los cuales se incluyen:
Tamaño y composición corporal: Las personas con una constitución más grande o con mayor masa muscular queman más calorías, incluso en reposo.
Sexo: Generalmente, los hombres tienen menos grasa corporal y más músculo que las mujeres de la misma edad y peso, lo que hace que los hombres quemen más calorías.
Edad: A medida que envejecemos, tendemos a perder masa muscular y a ganar más grasa, lo que ralentiza la quema de calorías.
Masa muscular y metabolismo
Si bien el metabolismo varía de persona a persona, la masa muscular es el factor principal que determina qué tan rápido se “queman” calorías y por tanto juega un papel crucial en el metabolismo. Las personas con más masa muscular tienen un metabolismo más alto, lo que les permite ingerir más calorías sin que estas se almacenen como grasa.
A medida que envejecemos, tendemos a perder masa muscular y ganar grasa, lo que disminuye el metabolismo. Este proceso de pérdida de musculatura se conoce como sarcopenia, y puede contrarrestarse con ejercicio regular y una dieta adecuada. Muchas personas obesas que pierden peso lo hacen mediante dietas hipocalóricas, pero sin realizar actividad física adecuada para mantener la musculatura. Con estas dietas restrictivas probablemente perderemos grasa, pero lamentablemente también perderemos músculo, disminuyendo así nuestro metabolismo y recuperando el peso que habíamos perdido, lo que también se conoce como “efecto rebote”.
Cómo mantener y aumentar el metabolismo
Para evitar una disminución del metabolismo, es crucial mantener y aumentar la masa muscular a través de ejercicio regular. La actividad física incrementa la cantidad de calorías necesarias para mantener los músculos y, por lo tanto, eleva el metabolismo. En lugar de quejarnos de tener un metabolismo lento, podemos acelerarlo mediante un plan de ejercicios adecuado y una dieta balanceada.
En resumen, el metabolismo no es un valor fijo o inamovible, sino algo que puede influirse mediante hábitos saludables. Aumentar la masa muscular, mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio regular son estrategias efectivas para evitar una disminución del metabolismo y promover una mejor salud en general. Desmitificar las creencias erróneas y comprender cómo funciona nuestro cuerpo es fundamental para tomar decisiones informadas y mejorar nuestra calidad de vida.
Por Carolina López valencia
Nutricionista
Nutricionista Mención en Gestión y Calidad, Universidad Andrés Bello, Viña del Mar.
Especialista en Psicología de la Alimentación, Instituto Universitario Vive Sano, Brasil.
Especialista en Prevención, Tratamiento y Control de la Obesidad, Universidad de Chile.
