abril 19, 2025

TUNEL CARPIANO

«El Dr. Ramiro Fernández Calderón, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico Magallanes detalla los factores de riesgo, síntomas y tratamiento de esta patología que provoca limitaciones en el desarrollo de las tareas diarias de los pacientes«.

El síndrome del túnel carpiano se trata de una enfermedad que afecta el sistema nervioso periférico, específicamente el nervio mediano a nivel del túnel carpiano; un túnel anatómico estrecho, ubicado en la muñeca, en la unión de la palma con el antebrazo, formado por tendones, huesos y un ligamento. Por esta estructura pasa el nervio mediano para dar sensibilidad a parte de la mano por la cara palmar a nivel del dedo pulgar, índice, medio y la mitad del dedo anular (figura), además de dar movimientos a algunos músculos de la mano. 

Existen varios factores que originan la compresión o atrapamiento del nervio en el túnel mencionado. 

Es importante mencionar que es el nervio y el lugar donde más frecuentemente se comprime un nervio en nuestro cuerpo, provocando síntomas y signos característicos. Existe una forma de estudiarlo y confirmar el diagnóstico, además tiene tratamientos dependiendo el grado y causa del atrapamiento o compresión.

 ¿Cómo se presenta?

Lo característico es que el paciente puede despertarse a mitad de la noche o en la mañana con la sensación de las manos dormidas y con menos fuerza, debe moverlas para disminuir esta sensación, las descripciones son de mano dormida, hormigueando (parestesias), mano escarchada, que la siente menos (hipoestesia), o que al intentar abrir una botella con tapa rosca no lo logra porque no tiene fuerza (paresia). Estos síntomas pueden llevar a veces muchos años, meses o algunos días.

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Cuando el paciente acude al médico, le hará una historia (anamnesis) preguntando por antecedentes de enfermedades que hacen más frecuente estos cuadros (diabetes, hipotiroidismo, artritis reumatoide, entre otras), consultará para descartar condiciones como embarazo, preguntará por su trabajo o actividades (como movimientos repetitivos) y recabará antecedentes de fractura de muñeca que facilita la compresión. Además, el médico lo examinará para determinar si posee alteraciones sensitivas o motoras. De esta manera plantea la hipótesis diagnóstica que se trata de un Síndrome del Túnel Carpiano, y pedirá exámenes para confirmar o descartar.

¿Cómo se diagnostica?

A través de la historia y examen físico, además de las pruebas complementarias de laboratorio, como el estudio electrofisiológico, un examen que se realiza con estímulos eléctricos tolerables y con unos pinchazos, determinado de esta manera el nervio afectado, descartando o confirmando otras patologías.  En algunas ocasiones es posible complementar con un estudio de imagen como ecografía y menos usada la Resonancia Nuclear Magnética (RNM) de muñeca para confirmar la compresión neural. También es necesario pedir alguna bioquímica sanguínea para descartar otras patologías, como el déficit de Vitamina B12. 

¿Cuales son los factores de riesgo?

Existen varios  factores de riesgo que hacen más probable la patología, como ser mujer, trabajar con las manos en movimientos repetitivos (secretarias, odontólogos, obreros, pintores), condiciones que afecten los nervios en forma general como las polineuropatías, permitiendo que sea más fácil la compresión neural (diabetes, hipotitoridismo, insuficiencia renal), y factores locales que aumentan el grado de compresión como antecedentes de fracturas de muñeca (modificando la anatomía), artritis  reumatoide que inflama tejidos del túnel, obesidad (por grasa en la región) y el embarazo. Es importante tener en cuenta estos factores de riesgo porque su modificación (si es posible) es parte del tratamiento.

¿Qué procede una vez diagnosticado?

Realizado el diagnóstico clínico y confirmado con el estudio electrofisiológico y a veces con imágenes, se debe determinar el grado del atrapamiento, calificándolo de leve, moderado o severo. Lo que junto a las causas (etiología) determinará el tratamiento.

¿Qué podemos hacer?

El tratamiento, como en muchas otras patologías, podemos dividirlo en medidas generales y corrección de los factores de riesgo, farmacológico, quirúrgico y rehabilitación.

Medidas generales: Básicamente, si es posible, modificar los factores de riesgo, ya que contribuyen al atrapamiento. En caso de obesidad bajar de peso ayuda a descomprimir el túnel carpiano al disminuir la cantidad de grasa que se deposita en él, controlar la diabetes, el hipotiroidismo o artritis reumatoide.  Además de férula de uso nocturno en la mano afectada o en ambas, que evita flexionar la muñeca durante la noche y así impide comprimir el nervio al aumentar la presión dentro del túnel carpiano.

Tratamiento farmacológico: Es posible indicar fármacos para disminuir las molestias como las parestesias (hormigueos), para ello se usan los antineurálgicos, como la pregabalina y amitriptilina. A veces, en pocas ocasiones, se pueden usar corticoides por vía oral o una infiltración local. Los antiinflamatorios en general no son útiles.

Tratamiento quirúrgico: En el caso que las molestias o síntomas no mejoren con las medidas anteriores o se trate de un caso severo, podría plantearse la indicación quirúrgica que habitualmente consiste en descomprimir el túnel, seccionando el ligamento (retináculo flexor), con buen resultado y pocas recidivas.

La rehabilitación es posible realizarla con kinesioterapia motora o terapia ocupacional, mejorando los síntomas sensitivos y paresia, si la hay.

Mientras más precoz iniciemos el tratamiento tendremos menos complicaciones o secuelas, si se espera mucho tiempo podría llegar a la pérdida severa de la sensibilidad y parálisis de músculos importantes de la mano. Cuanto antes se consulte, mejores resultados.


Por dr. Ramiro Fernández C.
Neurólogo
Jefe Neurología del Hospital Clínico Magallanes y docente de la carrera medicina de la UMAG

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