abril 30, 2024

El vínculo cada vez más estrecho entre los humanos y las mascotas

Las sociedades les otorgan diversas categorizaciones a los animales. En Chile, los perros y gatos son considerados miembros de la familias, jugando un rol esencial en la salud mental, relaciones, educación emocional y felicidad de niños y adultos”.

Es importante comprender que los animales son seres vivos preparados para subsistir bajo sus propios medios y existen en sus hábitat naturales sin interrupción humana. Sin embargo, cuando los seres humanos interferimos y los hacemos parte de nuestra cotidianidad, los clasificamos bajo nuestras propias categorías y códigos que es donde comienzan a ser parte de nuestra sociedad. La forma de ver a los animales es cambiante, y ha estado y aún hoy está sujeta a fuerzas sociales e históricas. Por ejemplo, en Chile, los animales no se encuentran protegidos bajo la vigente constitución a diferencia de otros países como Alemania o Brasil.

El sociólogo Keith Tester expone que un “pez es solo un pez si lo clasificas como uno” haciendo referencia a que la relevancia o función que tengan los animales para determinado grupo va a depender del significado que como sociedad le otorguemos. ¿Porque en la India la vaca es un animal sagrado y en Latinoamérica las comemos? ¿Por qué en Latinoamérica los perros y gatos son nuestras mascotas, pero en China son una comida cotidiana? Simplemente esto se produce por la forma en que cada cultura construye significados y valores en torno a cada animal.

Las mascotas cada vez más son consideradas como miembros de las familias. Esto ha originado que su cuidado y atención sea más relevante en la sociedad. En este sentido, la Ley de Tenencia Responsable o “Ley Cholito” dió un paso importante en el cuidado y respeto de perros y gatos.

El vínculo

Los animales forman parte de nuestro mundo dependiendo de la categorización que le asigne un grupo social determinado, esta puede ser: mascota, ganado, de trabajo, para comer, para proteger, para exterminar, entre otros.

De acuerdo a lo anterior, el trato que tienen los animales en las sociedades contemporáneas depende de la creación social que hagamos de ellos. Existen diferentes categorizaciones en torno a los animales, pero voy a profundizar en dos, los animales de compañía y los animales de trabajo o utilizados para materia prima.

Los denominados animales de compañía ya sean gatos o perros, son aquellos que se encuentran vinculados a un hogar y bajo control humano, con quienes sus dueños comparten su intimidad, y los cuales reciben un tratamiento especial de cariño, cuidados y atención que garantizan su salud. El trato que les damos es de cercanía, los protegemos, conviven en nuestros hogares, los llevamos al veterinario si se enferman, sufrimos cuando fallecen, los hacemos parte de nuestras familias humanas y de nuestras vidas. Llegamos al punto de considerar a un perro o gato que convive con nosotros como un amigo o un hijo.

Sin embargo, si vemos al animal como fuerza de trabajo o como “materia prima” el trato será distinto, puesto que la relación se va a basar en la utilidad que pueda otorgar el animal, una vez terminada su vida útil será reemplazado por otro animal que pueda cumplir su misma función. Es decir, la relación es utilitarista, el vínculo que tengo con el animal es mientras me pueda proveer el bien o servicio que yo necesito. La principal diferencia entre estas dos categorías es el vínculo afectivo que se genera entre el humano y el animal.

Responsabilidad y formalidad

A nivel nacional se han registrado 945.237 perros y gatos, con un total de 773.335 perros y 171.902 gatos. Según la encuesta CADEM, un 73% de los chilenos afirma tener una mascota. No obstante, hay un dato preocupante que es que más de 343.000 perros y gatos no tienen dueños y deambulan por las calles, dando relevancia a la tenencia responsable y a la regulación de la venta y compra de animales de raza.

Hace una década, Lorena Díaz Andrade adoptó una perrita que había sufrido una amputación en una de sus patas delanteras. Su discapacidad no fue impedimento para que Sheila Paz lleve una vida activa y alegre junto a su “mamá y abuelita”, entregándoles un amor incondicional y fiel compañía.

 

Actualmente en Chile, el profundo apego por las mascotas se puede explicar porque desde pequeños se le enseña a la mayoría de los niños a cuidar y respetar a los animales de compañía, de manera tal que crecen sintiendo un profundo apego y amor por ellos que deriva en que se preocupen por su bienestar y los vean como uno más de su familia. Otro punto relevante, es que culturalmente han ido perdiendo fuerzas algunas premisas que hace un par de años eran casi ineludibles, como lo era la maternidad y paternidad en primer plano, habiendo bajado la tasa de natalidad, los jóvenes prefieren vivir otras experiencias antes de ser padres en donde las mascotas asumen el puesto de “sustituto” de los hijos. De aquí proviene la expresión “las mascotas son los nuevos hijos del siglo XXI”.

También es relevante destacar que tener una mascota tiene un rol de protección de la salud mental, sobre todo en niños y adolescentes, y en contextos de soledad o adversos como actualmente lo es la pandemia, donde muchas personas logran encontrar en sus mascotas aquel equilibrio que les faltaba para sentirse completos, queridos o acompañados.

POR MATÍAS HUIDOBRO CID
Sociólogo, Universidad Diego Portales

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