El estudio se realizará en pacientes post ACV del Hospital Sótero del Río y del Hospital de Urgencias Asistencia Pública (Posta Central) 7 días tras el episodio, y luego de reevaluarán a los 6 y 12 meses tras el evento. El proyecto espera plantear una propuesta de actualización de la “Guía Clínica de ACV Isquémico en personas de 15 años y más”,considerando las perspectivas de los equipos interdisciplinarios. En Chile, la incidencia de afasia en personas con ACV fluctúa entre un 20% a un 38%».
Carolina Méndez-Orellana, académica de la carrera de Fonoaudiología UC, se adjudicó un proyecto FONIS– Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud- para la investigación de la afasia asociada a pacientes con Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) en Chile. El estudio se realizará en pacientes post ACV del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Sótero del Río y del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación de la Posta Central.
Se trata del proyecto “Implementación de un Protocolo de Evaluación y Seguimiento Estandarizado de Atenciones Fonoaudiológicas en Usuarios Afásicos tras Accidente Cerebrovascular: Una Propuesta de Adaptación de la Guía Clínica de Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas”. La académica del Departamento de Ciencias de la Salud UC, Carolina Méndez-Orellana, recalcó la urgencia de asegurar el número de prestaciones de fonoaudiología que favorezcan la rehabilitación de la comunicación de los pacientes. Además ella recalca la importancia de sensibilizar//educar a nuestra sociedad acerca de la afasia, ya que las personas afectadas muchas veces son discriminadas porque su lenguaje muchas veces es poco legible, dada la dificultad para comunicarse. “Es importante que no silenciemos a este segmento de nuestra sociedad. Hay relatos muy conmovedores de personas que incluso son maltratadas en espacios públicos, dado que el entorno asume que están bajo los efectos de alguna sustancia”.
La afasia es un trastorno de la comunicación donde se afecta el dominio de la compresión y expresión del lenguaje, tanto oral como escrita, y ocurre frecuentemente tras una lesión adquirida como el Accidente Cerebro Vascular (ACV). La incidencia de ACV a nivel mundial es de 43–60 por cada 100.000 personas, incrementándose con la edad. En Chile, la incidencia de afasia en personas con ACV fluctúa entre un 20% a un 38%, afectando severamente su calidad de vida y reinserción laboral.
La actual “Guía Clínica de ACV Isquémico en personas de 15 años y más”, publicada en el año 2013, recomienda valorar la presencia de afasia con un instrumento de evaluación cualitativa no objetiva, limitándose el diagnóstico temprano de la afasia y su grado de severidad. Si bien impulsa la evaluación temprana de la afasia y el inicio precoz de la terapia fonoaudiológica del lenguaje (TFL), no propone lineamientos sobre el número de atenciones mínimas de TFL que deben recibir las personas con afasia.
Méndez-Orellana explica que existen escasos tests de evaluación del lenguaje con adecuadas propiedades psicométricas. “Una revisión sistemática destaca a ScreeLing, un test de lenguaje holandés que determina la severidad de la afasia en la etapa aguda. Su versión ha sido ya validada y adaptada al contexto chileno, con voluntarios sanos de distintas regiones y usuarios afásicos hospitalizados en establecimientos públicos y privados, demostró ser un test sensible (95%) y específico (97%) para determinar la presencia de afasia en usuarios post-ACV en la etapa aguda y logró determinar que un 30% de los evaluados tenía un diagnóstico inicial de afasia severa”.
La investigadora señala que el objetivo de esta investigación es analizar el número de atenciones fonoaudiológicas según la evolución del perfil de severidad de la afasia en usuarios con ACV, a través de un protocolo estandarizado de evaluación y seguimiento adaptado al contexto clínico de hospitales del sistema público. El proyecto evaluará las alteraciones de lenguaje a usuarios post-ACV hospitalizados con ScreeLing dentro de los primeros 7 días post-ACV para determinar y categorizar la severidad de la afasia. Los usuarios serán re-evaluados con el ScreeLing a los 6 y 12 meses tras el evento de ACV y se registrará el número TFL recibidas dentro de 1 año post-ACV.
Este proyecto espera plantear una propuesta de actualización de la “Guía Clínica de ACV Isquémico en personas de 15 años y más” considerando las perspectivas de los equipos interdisciplinarios participantes, a partir de grupos focales que se realizarán en la etapa final de esta investigación.
Para Axel Pavez, fonoaudiólogo clínico del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de Urgencia Asistencia Pública (Posta Central), “Este proyecto es fundamental para realizar un levantamiento de datos y actualizar la información sobre una condición altamente prevalente en Chile, y sus secuelas, específicamente en el área de los trastornos del lenguaje. De igual forma, el uso de una nueva herramienta permitirá también estandarizar los procesos de intervención fonoaudiológica y con ello, unificar programas de atención altamente competentes para la rehabilitación de las personas que sufren un ataque cerebrovascular (ACV) y brindar un seguimiento desde la etapa aguda. Se espera que este proyecto pueda significar un aporte sustancial para la rehabilitación de las personas con ACV y generar evidencia que permitan modificaciones y mejoras en las políticas públicas que se disponen hoy en día para la atención de estos usuarios”.
En dicho hospital, de las atenciones fonoaudiológicas que se realizan, aproximadamente un 40% corresponden a personas diagnosticadas con ACV, predominantemente mayores de 60 años y aún más sobre 80, aunque se observa un aumento en personas menores 40 años en los últimos años.
Por su parte,, fonoaudióloga del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río (CASR), comenta: “estamos orgullosas de poder trabajar en este proyecto en el que vemos un futuro prometedor en cuanto a estandarizar de forma cuantitativa las evaluaciones de lenguaje de las personas que sufren ACV. Creemos que nuestro aporte en cuanto a evaluar será fructífero ya que conocemos el test con el cual vamos a trabajar desde el 2018, y lo utilizamos de forma cotidiana por lo que poder aportar con los datos obtenidos nos entrega la sensación de que nuestra evaluación del día a día tiene un objetivo aun más trascendental”. Junto a otras fonoaudiólogas del Hospital Sótero del Río, Pía Solinas y Pamela Donoso, destacan la oportunidad de “disponer de un instrumento que cuantifique la necesidad tanto de la evaluación inicial como también en el apoyo de los lineamiento terapéuticos de los usuarios con afasia, sin duda será una contribución importante a los avances en la objetividad de las evaluaciones de fonoaudiología en el sistema público”.