En invierno, muchas personas cometen el error de seguir usando los mismos productos que en verano. Pero el frío, el viento y la calefacción cambian totalmente las necesidades de la piel. Uno de los errores más comunes es lavarse la cara con agua muy caliente. Puede sentirse reconfortante, sí, pero reseca la piel mucho más de lo que imaginas.
Otro descuido frecuente es dejar de usar protector solar. Muchas creen que como el sol no se siente, no hace daño. Pero los rayos UV siguen presentes, incluso en días nublados o fríos, y pueden causar envejecimiento prematuro o manchas.
También es común exfoliar demasiado con la idea de “quitar lo seco”, cuando en realidad lo mejor es ser suaves y no irritar más la piel.
Mis consejos: cambia a limpiadores más cremosos o suaves, usa cremas más nutritivas (tipo bálsamo o con ingredientes como ceramidas o ácido hialurónico), y protege tus labios, que suelen agrietarse en esta época.
Y algo básico que a veces se olvida: tomar agua. Aunque no sientas sed, tu piel la necesita para mantenerse hidratada desde adentro.
El invierno no tiene por qué secar tu piel… si sabes cómo cuidarla. En Frantziska tenemos las mejores limpiezas faciales con Dermaclear, una maquina de hidrodermoabrasion que sin dolor realiza una limpieza profunda. Para saber más escríbenos por whatsapp al +56953829757.
Por Francisca Sekulovic
Ingeniera Comercial, Cosmetóloga y fundadora de Láser Frantziska
