«En el corazón de la patagonia chilena, el grupo de investigadores de NIMACh, liderados por el Dr. Cristian Núñez explora cómo el entorno extremo moldea nuestras emociones, pensamientos y salud. Su apuesta va más allá de la ciencia tradicional: crear conocimiento útil, accesible y con impacto real en la vida de las personas”.
En la región más austral de Chile, el viento sopla fuerte, los días pueden ser muy cortos en invierno y muy largos en verano, y donde el frío es parte del día a día. En este escenario, un grupo de científicos y científicas ha decidido impulsar a Magallanes como foco de estudio de la neurociencia en ambientes extremos fríos. Se trata, básicamente, de estudiar cómo funciona el cerebro humano en estas condiciones tan extremas.
Este equipo se llama NIMACh (Equipo de Neurofisiología Integrativa y Molecular Austral Chilena), y su misión es entender cómo nuestro cuerpo y nuestra mente se adaptan al clima, a la falta de luz, al aislamiento y a los cambios del entorno. No es algo que se investigue en muchos lugares del mundo, y lo que ocurre aquí es muy especial.


¿Cómo se podría estudiar la Neurociencia en Magallanes?
Cuando hablamos de neurociencia, debemos entender que el sistema nervioso de nuestro cuerpo no es solamente el cerebro, sino que una red maravillosa de estructuras y células nerviosas que lo conectan todo. Lo que pensamos se relaciona con nuestras acciones; nuestro movimiento es producto de intenciones y necesidades de interacción; e incluso nuestra forma de comer y hablar está condicionada por el sistema nervioso.
Todo el cuerpo funciona como una sincronía perfectamente integrada. Cuando esto no ocurre, aparecen las enfermedades y empezamos a estar en problemas. Entonces, entendiendo este concepto, sabemos que las emociones, el pensamiento, la memoria y la salud mental se ven afectadas por vivir en un lugar con temperaturas frías, mucho viento y poca luz solar en invierno.
Conexión corazón-cerebro
Una de las formas que utilizamos para poder comprender esta interacción entre el sistema nervioso y el cuerpo, es a través de la comunicación de nuestro corazón y cerebro. Ambos trabajan juntos. Por ejemplo, cuando hacemos ejercicio, meditamos o enfrentamos el estrés del día a día, el cerebro le dice al corazón si debe acelerarse o no, así como también el corazón le dice al cerebro qué es lo que necesita de él.
Nuestro equipo NIMACh ha trabajado con personas mayores, estudiantes, deportistas y comunidades locales para entender cómo el cuerpo reacciona al frío o a la oscuridad, cómo mantenernos sanos, cómo prevenir enfermedades, y sobre todo, cómo vivir mejor. Uno de los grandes logros de nuestro equipo ha sido mostrar que, incluso en ambientes difíciles, el cerebro tiene una gran capacidad de adaptarse y mejorar, si cuidamos nuestro cuerpo, si nos mantenemos activos y fortalecemos nuestras emociones.
Sabemos que la investigación que impulsamos en Magallanes no tendría tanto sentido si la gente que vive en la región no la conoce. Así, hemos llevado la neurociencia a colegios y centros comunitarios, enseñando de manera simple cómo funciona el cerebro, cómo nos afecta el clima y qué podemos hacer para sentirnos mejor. Porque para nosotros, la ciencia no es solo para laboratorios: es para todos.

Docente de la UMAG, Cristian Núñez; Matías Mabe, estudiante de quinto año de Medicina; Diego Mabe, estudiante de quinto año de Kinesiología; y Valentina Hurtado, encargada Administrativa Financiera del CADI-UMAG.
Gracias a este trabajo, Magallanes y la Antártica Chilena se están convirtiendo en un referente mundial para estudiar el cerebro en condiciones extremas. Y lo más importante, este conocimiento no solo ayuda a entender mejor el cuerpo humano, sino que también permite mejorar la calidad de vida de las personas que viven aquí.
Desde el fin del mundo, desde el austral Magallanes, se está haciendo neurociencia con sentido humano, con raíces en el territorio y con una mirada puesta en el bienestar de toda la comunidad.

Por Cristian Núñez, Phd
Profesor de Fisiología de la carrera de Medicina de la UMAG e investigador principal de NIMACh