«En un mundo donde los deportes de contacto suelen asociarse con violencia, este club fundado en 2021 rompe con los estereotipos. Bajo la guía de Claudio Guerra y Belén Álvarez, Equipo Mestizo se ha convertido en una comunidad donde niños, adolescentes y adultos entrenan cuerpo y mente, aprenden valores y construyen vínculos sólidos desde el respeto, la contención y la autoconfianza”.
Cuando se piensa en deportes de contacto, muchas veces se asocian con violencia o agresividad. Sin embargo, hay espacios que demuestran todo lo contrario. Tal es el caso de Equipo Mestizo, un club de Kick Boxing que ha construido mucho más que un gimnasio: ha creado una comunidad de aprendizaje, contención y crecimiento personal para niños, niñas, adolescentes y adultos.
Fundado oficialmente en 2021, Equipo Mestizo nació del compromiso y la convicción de sus entrenadores, Claudio Guerra y Belén Álvarez, quienes han transformado este deporte en una herramienta de formación integral. Desde los cuatro años de edad, los más pequeños ya pueden comenzar a entrenar bajo un enfoque que combina la disciplina marcial con la educación emocional.




Más que golpes: valores, contención y pertenencia
En el centro del trabajo de Equipo Mestizo hay una premisa clara: el Kick Boxing no se enseña para atacar, sino para defenderse, y más aún, para fortalecer el carácter, cultivar el respeto y fomentar la autorregulación emocional. Lejos de ser un espacio violento, el gimnasio se ha convertido en un lugar seguro, donde los y las jóvenes llegan incluso antes del horario de clase, no solo para entrenar, sino para compartir con sus compañeros, conversar y sentirse parte de una comunidad.
Un ejemplo clave de esta propuesta es el Clan Adolescente, un grupo pensado especialmente para quienes transitan esta etapa desafiante. Allí, además del entrenamiento físico, se trabajan aspectos como la tolerancia a la frustración, el control de las emociones y la resolución pacífica de conflictos. El lema que guía este trabajo es claro: “Nunca ser el primero en pegar”. Este principio, repetido y comprendido, se convierte en una brújula ética para los jóvenes dentro y fuera del gimnasio.
Educación emocional a través del cuerpo
Belén Álvarez, además de ser entrenadora, es educadora y coach con años de experiencia en el estudio del karate. Trabaja bajo una premisa clara: “No hay aprendizaje sin emoción”. Por eso, cada clase comienza con un enfoque especial en el estado emocional de cada niño o niña. “Un niño que tiene miedo o está enojado no aprende igual que uno que viene feliz y contento”, señala.
Junto con Claudio Guerra, aplican metodologías como la del Junior Coach y el enfoque del “yo puedo”, donde se promueve que cada participante enfrente los desafíos con actitud positiva y confianza. “Dentro del entrenamiento no se dice ‘no puedo’ o ‘está difícil’, se dice ‘sí, yo puedo’”, explica Belén. Además, el vínculo entre instructores y alumnos es clave: “Trabajamos el vínculo con los chiquillos, porque para que haya respeto mutuo, primero tiene que existir una conexión. Ellos responden con cariño, y eso fortalece el proceso”.
Por su parte, Claudio Guerra también es instructor de Kick Boxing y uno de los cofundadores de Equipo Mestizo. Su rol ha sido fundamental en el desarrollo técnico y formativo del club. Destaca el trabajo dedicado que se realiza con niños, adolescentes y adultos, siempre con un enfoque integral y formador. Para él, el Kick Boxing no es solo una práctica deportiva, sino una vía para desarrollar la perseverancia, el respeto y el compromiso.
Autogestión con sentido y convicción
El trabajo en Equipo Mestizo se sostiene principalmente a través de la autogestión y la pasión por lo que hacen. Con esfuerzo constante, proyectos autogestionados y una comunidad que cree en la propuesta, han logrado consolidarse como un espacio respetado y querido en su entorno.
Equipo Mestizo demuestra que el Kick Boxing puede ser una herramienta poderosa no solo para entrenar el cuerpo, sino también para formar personas respetuosas, seguras de sí mismas y comprometidas con valores positivos. En tiempos donde muchos niños y adolescentes buscan espacios donde ser escuchados, contenidos y aceptados, este club se alza como un verdadero refugio de crecimiento y transformación.
Para conocer más sobre el trabajo de Equipo Mestizo, ingresa a su Instagram @equipomestizo. ¡Todos son bienvenidos!

Alison Astete es una de las alumnas destacadas del Equipo Mestizo, reconocida por su talento, disciplina y compromiso con el kick boxing. Desde que comenzó a entrenar, Alison no solo ha demostrado un crecimiento técnico notable, sino también una actitud generosa: colabora activamente en las clases de niños y niñas, compartiendo sus conocimientos y transmitiendo su entusiasmo por este deporte.
Antes de llegar al equipo, Alison reconoce que no estaba en el mejor camino. Sin embargo, en el kick boxing encontró una vía para canalizar su energía, aprender disciplina y formar parte de una comunidad que la apoya y motiva cada día. Hoy entrena con alegría, orgullosa de su evolución personal y con una convicción clara: “Nunca más seré la primera en pegar. Yo entreno para defenderme si llega a ser necesario”.
Consciente del impacto positivo que ha tenido esta experiencia en su vida, Alison invita a otras personas a sumarse: “Vengan a conocernos, este lugar puede convertirse en su espacio de aprendizaje”. Su historia inspira a quienes buscan un camino de crecimiento personal a través del deporte.
